Existen múltiples formas en las que los niños, niñas y adolescentes pueden acceder a contenido pornográfico, incluso cuando no lo buscan de manera intencionada. A través de búsquedas aparentemente inocentes en Google o al escribir mal nombres de sitios web populares, los menores pueden ser dirigidos a páginas con contenido inapropiado.

Una práctica común entre los distribuidores de contenido para adultos es registrar dominios que se parecen a páginas legítimas o muy populares pero con errores ortográficos. Por ejemplo, en lugar de visitar AbercrombieAndFitch.com, podrían acabar en una versión mal escrita del dominio, diseñada para redirigir a sitios con contenido pornográfico. Además, estos distribuidores suelen comprar dominios expirados de páginas legítimas y utilizan esa dirección para redirigir a usuarios desprevenidos a sus propios sitios.

Otra forma común de exposición a videos para adultos es a través de pop-ups o ventanas emergentes, mensajes basura (spam), y correos electrónicos con enlaces maliciosos. También es fácil que este tipo de contenido aparezca en sitios ilegales de streaming de películas y series, así como en DVD o material pirata.

Además, algunos portales de juegos gratuitos o sitios de música y videos pueden contener anuncios de contenido para adultos. Incluso se ha detectado que imágenes de personajes populares de caricaturas, como los de la serie animada My Little Pony, han sido reutilizadas en contextos inapropiados, afectando a la percepción de estos personajes por parte de los niños y niñas.

Si deseas aprender cómo evitar que tus hijos se expongan a este tipo de sitios en internet, sigue las redes sociales de Redes con Límites Seguros para más información y estrategias de protección.

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