La tecnología tiene el poder de influir tanto positiva como negativamente en nuestras vidas. Lograr un equilibrio adecuado entre el tiempo frente a la pantalla y las interacciones cara a cara es esencial para mantener conexiones duraderas y participar en actividades que fomenten el bienestar. El vínculo entre el uso excesivo de la tecnología y la salud mental de los niños, niñas y adolescentes es real, y a largo plazo puede representar un peligro para su bienestar emocional.

Un 56% de los jóvenes que pasan largas horas en redes sociales reporta sentirse infeliz, aunque muchos no comprenden del todo la raíz de ese malestar. A menudo, cuando los adolescentes no tienen relaciones sociales sólidas con sus compañeros, recurren a las redes sociales como una forma de llenar ese vacío. Sin embargo, es en las interacciones cara a cara donde suelen encontrar mayor satisfacción y felicidad, en comparación con el tiempo que pasan aislados en sus habitaciones, conectados a las redes.

Los niños, niñas y adolescentes saben que las redes sociales no reemplazan las amistades reales, pero aún así las utilizan de diferentes maneras:

  1. Autopromoción y búsqueda de atención: Muchos jóvenes usan las redes sociales para promocionarse a sí mismos, buscando aumentar su autoestima y estatus social. Publican contenido con el objetivo de mantenerse relevantes entre sus compañeros.
  2. Comparación social: Utilizan las plataformas para observar lo que otros están haciendo y compararlo con sus propias vidas, lo que puede generar sentimientos de inferioridad o insatisfacción.
  3. Comunicación: Aunque muchos adolescentes recurren a redes como Snapchat, Instagram o X (anteriormente Twitter) para compartir mensajes y fotos con un público más amplio, también utilizan el texto y los mensajes directos para conversaciones más privadas.

Entender cómo los jóvenes interactúan con la tecnología es clave para ayudarlos a encontrar un equilibrio entre las redes sociales y la vida real. Para promover relaciones más saludables y reales, es importante fomentar actividades que permitan a los adolescentes socializar fuera del ámbito digital.

Para más información sobre cómo ayudar a los niños, niñas y adolescentes a equilibrar el uso de la tecnología y fomentar interacciones cara a cara, las familias pueden seguir las redes sociales de «Redes con Límites Seguros».

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