La ciberseguridad se refiere al conjunto de prácticas y procesos diseñados para proteger y recuperar sistemas, redes, dispositivos y programas informáticos de cualquier tipo de ciberataque. Estas amenazas son cada vez más sofisticadas y evolucionan constantemente con el objetivo de acceder a datos confidenciales que luego pueden ser utilizados en estafas para obtener dinero. Los ciberdelincuentes desarrollan métodos cada vez más avanzados para evadir los controles de seguridad tradicionales, lo que hace que la ciberseguridad sea una prioridad cada vez mayor.

Establecer límites es una habilidad vital que todos los niños, niñas y adolescentes deben dominar. Es fundamental para que aprendan a discernir lo que está bien y lo que no está bien tanto para ellos como para los demás. Esta capacidad les enseña cuándo es apropiado decir «no» y cuándo es seguro decir «sí», además de cómo expresar sus deseos y expectativas de manera clara y asertiva.

Ayudar a nuestros hijos a desarrollar habilidades que fortalezcan su autoestima y les enseñen a establecer límites es fundamental para su bienestar emocional. A continuación, te presentamos algunas estrategias sencillas que pueden apoyar a tu niño, niña o adolescente en este proceso.

El abuso infantil no siempre proviene de adultos; en ocasiones, otros niños pueden hacer que nuestros hijos se sientan inseguros. Es común que los niños, niñas y adolescentes imiten los comportamientos que ven en la televisión, en Internet, en videojuegos, o incluso en la pornografía. Esto puede suceder en cualquier entorno donde pasan tiempo juntos: en la escuela, en centros recreativos, en reuniones familiares, y más. Lamentablemente, estas situaciones a menudo pasan desapercibidas o se interpretan como «juegos de niños».

Enseñar a nuestros niños, niñas o adolescentes a utilizar el autoconocimiento de su cuerpo y de los demás para identificar personas en las que puedan confiar o sentirse seguros es esencial. Sin embargo, este proceso puede requerir un poco de ayuda.

La pubertad es una etapa de cambios profundos en la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes. Durante este periodo, es común que no siempre escuchen o sigan las indicaciones que les brindamos para prevenir problemas importantes. Esta falta de atención o interés puede llevar a situaciones en las que como padres, madres o tutores, nos sintamos frustrados o enojados. Sin embargo, es crucial abordar estos momentos con comprensión y responsabilidad, evitando respuestas juzgativas o perjudiciales que puedan dañar la relación con ellos.