En la actualidad, las familias enfrentan el reto de coordinar el uso de la tecnología en la vida de niños, niñas y adolescentes. La disponibilidad de dispositivos electrónicos en el hogar varía entre familias, lo que genera diferencias en la manera de establecer límites para su uso. Mientras algunos hogares discuten el tiempo adecuado de uso, otros pueden carecer de reglas claras, lo que puede llevar a conflictos entre padres, madres y sus hijos e hijas.

Este escenario crea expectativas y puede desencadenar problemas de comunicación entre los miembros de la familia. Las diferencias en la forma de gestionar la tecnología pueden provocar tensiones entre padres y adolescentes, especialmente cuando surgen disputas sobre el uso de dispositivos móviles. Estas situaciones representan uno de los mayores desafíos de la crianza en la era digital.

Los expertos recomiendan que los padres adopten medidas prácticas para establecer límites claros y efectivos en el uso de la tecnología. Además, es fundamental que los adultos modelen una comunicación respetuosa, dedicada al bienestar de los niños y adolescentes. La implementación de herramientas y estrategias para regular el uso de la tecnología en el hogar puede ayudar a reducir la tensión y mejorar la relación entre los jóvenes y sus dispositivos.

Para más información sobre cómo fomentar un uso saludable y equilibrado de la tecnología, las familias pueden seguir las redes sociales de iniciativas como «Redes con Límites Seguros».

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