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Desarrollando un Vocabulario con Nuestros Niños, Niñas y Adolescentes
Antes de tener conversaciones productivas con niños, niñas y adolescentes sobre el envío de contenido inapropiado por mensajes, y sus implicaciones legales y emocionales, es esencial comprender por qué un joven podría sentirse tentado a enviar fotografías sugestivas o prohibidas a través de dispositivos electrónicos. Este es un fenómeno que, para abordarlo adecuadamente, requiere que desarrollemos un vocabulario compartido sobre el tema. Al introducir términos específicos, los jóvenes pueden comprender mejor las ideas que queremos comunicar y recibir las herramientas necesarias para expresar sus propias inquietudes y pensamientos al respecto.
La normalización de la cultura de la violencia en nuestros niños, niñas y adolescentes.
La normalización, según Cordelia Anderson, fundadora de «Sensibilidades y Servicios Preventivos», con más de 40 años de experiencia en el campo de la salud sexual y reproductiva, es el proceso mediante el cual una idea, concepto o comportamiento se acepta socialmente hasta el punto en que se percibe como algo natural o preferible. Cuando la normalización ocurre, las conductas, incluso las tóxicas, dejan de ser cuestionadas, lo que dificulta que los niños, niñas y adolescentes puedan decir «no» a actividades sexuales o comportamientos con los que no se sienten cómodos. Esto los vuelve vulnerables a la explotación sexual, ya que lo que antes se consideraba inapropiado ahora se ve como algo común.
Enseñando relaciones saludables a nuestros niños, niñas y adolescentes
Los niños y niñas jóvenes suelen tener poco conocimiento sobre temas como el sexo y la sexualidad, lo que significa que no siempre comprenden lo que implica una relación sexual saludable. Si se exponen a contenido pornográfico antes de haber experimentado algo tan sencillo como su primer beso, un abrazo afectuoso o una relación íntima adecuada, esto puede tener un impacto considerable en su desarrollo emocional y afectivo. La pornografía presenta una narrativa distorsionada, donde las mujeres son tratadas como objetos sexuales desechables, lo cual se refuerza con la hipersexualización en la cultura popular.
La experiencia traumática de ver videos para adultos en niños, niñas y adolescentes.
Según una tesis de Scott Ted titulada «¿Quién ha sido lo que vio?», los niños, niñas y adolescentes menores de 10 años pueden experimentar daños emocionales, físicos y mentales significativos cuando son expuestos a la pornografía a edades tempranas. Ver videos para adultos en esta etapa de la vida es particularmente dañino debido a la falta de madurez y de pensamiento crítico para procesar o entender adecuadamente lo que ven. Esto se agrava por la carencia de habilidades lingüísticas en los niños, lo que les impide comunicar con claridad a un adulto lo que han experimentado. La exposición temprana a la pornografía puede dejar un impacto profundo en su desarrollo emocional, sexual, social y cognitivo.
Lidiar con la preocupación sobre la exposición de nuestros niños, niñas y adolescentes a la cultura de videos para adultos
Un estudio de Common Sense Media, realizado en 2017, reveló que el 77% de los padres de niños de entre cero y ocho años estaban preocupados por la posibilidad de que sus hijos descubrieran contenido de índole sexual. Aunque el estudio no distinguía entre pornografía y otros tipos de contenido sexualizado, deja claro que los niños y adolescentes están expuestos a la hiper-sexualización desde una edad temprana. Este fenómeno de ver contenidos sexualizados como algo normal se conoce como normalización.
Las edades determinadas para investigar cuando nuestro niño, niña o adolescente ha descubierto contenido para adultos
La exposición de los niños, niñas y adolescentes a contenido para adultos es un tema difícil de precisar, ya que depende de muchos factores. Uno de los principales retos es que la tecnología evoluciona rápidamente, y los estudios que se realizaron hace unos años pueden no reflejar la realidad actual. Por lo tanto, es complicado establecer una edad promedio en la que los menores descubren este tipo de material.
Como los niños, niñas y adolescentes tienen acceso a videos para adultos y como evitarlo.
Existen múltiples formas en las que los niños, niñas y adolescentes pueden acceder a contenido pornográfico, incluso cuando no lo buscan de manera intencionada. A través de búsquedas aparentemente inocentes en Google o al escribir mal nombres de sitios web populares,...
Cómo nuestros niños, niñas y adolescentes son expuestos a la pornografía y como evitarlo.
La forma en que los niños, niñas y adolescentes de hoy en día se exponen a la pornografía es muy diferente a la de generaciones anteriores. Antes, el acceso a imágenes sexuales solía ser más limitado y podía encontrarse en revistas o videocaseteras ocultas. En la actualidad, con la omnipresencia de internet y los dispositivos móviles, la pornografía está literalmente a un clic de distancia
Conversar con nuestros niños, niñas y adolescentes sobre la normalización de la cultura pornográfica en la actualidad.
Hablar con nuestros niños, niñas y adolescentes sobre la cultura pornográfica actual no tiene que ser una conversación incómoda o demasiado formal. A veces, es más efectivo tener pequeñas conversaciones frecuentes, integrándolas naturalmente en el día a día. Esto ayuda a que el tema no se sienta tan serio o anticipado, sino una parte normal de la vida familiar y sus interacciones.
Las señales internas que nos avisan sobre peligros en niños, niñas y adolescentes
Las señales internas son aquellas sensaciones que generan un “oh oh” en nuestro interior, avisándonos que una situación no es segura. Estas alertas internas son esenciales, especialmente en niños, niñas y adolescentes que atraviesan una etapa de vida llena de emociones cambiantes, similar a una montaña rusa emocional. Aunque a una edad temprana, los niños y niñas pueden ignorar estas señales, es crucial enseñarles a reconocerlas y conectarse con ellas.
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